Post-Carrete

(El siguiente entry fue escrito el domingo)

Cada vez me convenzo más que soy anormal XD… Acabo de llegar de un carrete al momento en que estoy escribiendo esto, y a pesar que aùn no me gusta carretear per sè (y no sé ni creo que lo haga alguna vez) le he encontrado un punto fuerte que me gusta. Tal como le dije a mi hermano justo cuando llegué, los carretes me intoxican de música, de humo, de luces y cosas así, saturando mis sentidos y dejándome la pura mente útil. Y tiendo a pensar mucho de lo que hago, de lo que he hecho, de lo que haría, y de lo que no para todo lo anterior.

Pensé en cosas metafísicas, en cosas concretas, en ideas, en realidades, en mi pasado, en mi futuro y mi presente. En muchas cosas, mientras mis compañeros tomaban sus daiquiris y sus sunrises al ritmo de una conversación dispersa en varios frentes y muchas risas.
El ambiente era bueno. Era súper piola. Como los carretes de siempre con mis compas.
Pero en éste, luego de conversar de cosas banales con un compa, parece que por fin hallé el tema. Me sentí cómodo, y como que por un momento pensé que un año compartiendo con las mismas personas tenía un sentido fraternal. Me sentí entre amigos, y estuve un buen rato conversando sobre cosas más propias. La máscara ésa cayó, y si bien sólo unos pocos lo notaron (Sólo el «parner» de conversa parece xD), fue algo relajante.
Sin embargo, con el resto me sigue siendo complejo encajar. Al menos, ya siento confianza. Y sé que ésto se convirtió en un diario de vida xD, pero me gusta escribir sobre lo que pienso en el momento, como siempre he dicho, recién salido del horno. Me sentí bicho raro, pero los ví a ellos como bichos raros también. Me fijé en sus actitudes, y sus gestos, e incluso la sensación que irradiaban. No son lo que aparentan. Son buena onda todos, pero son tal como cualquiera, fingiendo, mintiendo, pero todo con un fin común de simpatía. En ese contexto, la mentira no me parece mala, de hecho la apoyo. Yo siempre me he considerado un mentiroso, al menos de acto, pues si bien pocas veces miento con lo que digo, muchas veces miento con mis acciones y actitudes. Aunque últimamente todo ello se está diluyendo. Todas esas mentiras dejan de emanar de mí, y empiezan a ser actitudes naturales. Ya estoy aceptando mi rareza y mi normalidad. Soy como el resto, sólo que tiendo a cuestionarme más mis cosas. Soy más inseguro que los demás, y tengo más miedos. Sólo es eso. Miedo.
Pero lo bueno de ello es que es algo superable. Tan sólo me basta mirar bajo la cama para ver que no existen los monstruos, a pesar que en realidad están escondidos en el armario xD

Saludos monstruosos!